Lo primero que se debe tener en cuenta cuando se desea adquirir una cobertura de seguro, es comprender el riesgo que puedo asumir y el que puedo transferir, y que pagando un costo de seguro, lo que denominamos prima de seguro, justifica reducir mi riesgo de perdida de flujo de efectivo o el riesgo de perdida patrimonial.
Un ejemplo muy fácil de ilustrar es: Una mujer de 35 años, soltera, con trabajo estable y ahorros para afrontar gastos médicos de 15 mil quetzales, para cubrir consultas, medinas o incluso una cirugía menor.
Un buen historial familiar donde no hay enfermedades graves, deportista, con dieta saludable, sin embargo la preocupación es un accidente, una enfermedad infecciosa o contagiosa, debido a que de buena fuente se sabe que una hospitalización promedio, ronda entre 35 mil a 55 mil quetzales, por ejemplo una fractura importante o cálculos en riñones.
La implicación es quedarse sin efectivo de entrada, buscar un préstamo o vender un activo. Esto significa perdida de patrimonio y problemas de flujo de efectivo por contraer una deuda y estando en hospitalizada con complicaciones para gestionar las operaciones financieras.
Un seguro que cubre el 80% de los gastos médicos, en el peor escenario de este ejemplo, implicaría participar con 11 mil quetzales que corresponde al 20%, y no afectaría mi flujo de efectivo, porque cuento con un ahorro para estos imprevistos, y no habría una deuda, debido a que fue transferida a la aseguradora.
Nos especializamos en asesorar, aconsejar y buscar la mejor compañía aseguradora, seleccionar el programa de seguro que se ajuste a las necesidades especificas o combinación para lograr transferir aquellos riesgos que requieran este tratamiento dentro de un presupuesto razonable.